33 propuestas ciudadanas para transformar la comunicación

Opinión

33 propuestas ciudadanas para transformar la comunicación

Por Juan Larrosa La defensa y reivindicación del derecho a la información ha sido una de las luchas ciudadanas más vigorosas en México, al menos en los últimos treinta años. Y al igual que otras luchas por reivindicar derechos civiles y políticos, económicos y culturales, sociales o ambientales, el camino no ha sido nada sencillo y se ha topado, una y otra vez, con muchos intereses, particularmente políticos y económicos, que han minado la posibilidad de que este derecho esté tutelado a cabalidad por el Estado mexicano. Sin embargo, el tema de la comunicación ha tomado tal importancia en las sociedades contemporáneas, que es notorio el interés y la necesidad ciudadana de seguir discutiendo estos temas como parte de una agenda mínima para la construcción de un espacio público robusto y que permita un mejor funcionamiento democrático.   Con este telón de fondo, la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), convocó la semana pasada (5 y 6 de abril de 2011) al “Encuentro Nacional por la Diversidad y la Calidad en los Medios de Comunicación”, que se llevó a cabo en el Antiguo Hospital Concepción Béistegui, ubicado en la calle de Regina, en el corazón del casco histórico de la Ciudad de México. A grandes rasgos este encuentro tuvo dos actividades fundamentales: por un lado, la presentación y discusión de 119 ponencias de ciudadanos de 18 estados del país, en las que se expusieron una gama de diagnósticos y propuestas sobre el gran tema de los medios de comunicación y las telecomunicaciones; y por otro, la condensación de todas estas ideas y reflexiones en un documento que al final del encuentro se hizo público, y que es una agenda ciudadana para transformar la comunicación en México..   Es importante mencionar que este encuentro (y la Amedi misma), integró una pluralidad de voces a través de académicos de distintas universidades, de periodistas de diversos medios y de políticos de colores políticos heterogéneos. Y debo enfatizar, también, que el documento que produjo este encuentro no es una retahíla de buenas intenciones ni un decálogo simplón: es el fruto de una deliberación pública y ciudadana. Muchos de los ponentes y participantes tienen años de trabajo en el tema, como por ejemplo Néstor García Canclini en el ramo de la política y economía de la cultura, Aleida Calleja, especialista en el tema de radios comunitarias, Javier Corral Jurado y Felipe Vicencio Álvarez, ambos con un gran palmarés en el campo, Guillermo Orozco, un académico que ha investigado profundamente a las audiencias mexicanas, o el mismo José Woldemberg, quien ha sido testigo y partícipe de los cambios en los procesos electorales mexicanos de las últimas dos décadas, o Cristina Romo, una profesora universitaria del ITESO que ha participado desde siempre en la deliberación de estos temas.   El documento, que puede ser consultado en línea, está compuesto por 33 propuestas, que se desarrollan en un amplio terreno de ideas. Por ejemplo, una de las más importantes es la implementación de leyes que reglamenten a los medios de comunicación electrónicos y a las telecomunicaciones, al gasto publicitario en comunicación social de los gobiernos o una regulación de la propaganda oficial. Pero también entra al tema de las telecomunicaciones y propone una “agenda digital” para el desarrollo del país y entre otras cosas exige que se establezcan tarifas bajas para el acceso a telefonía móvil e Internet y que estos servicios sean de mejor calidad. También están temas como el derecho de réplica, la equidad de género en los medios o la implementación de políticas de Estado para el apoyo a industrias culturales como el cine o la prensa.   Luego de tres décadas de plantear estos temas, de dialogar públicamente al respecto, ¿qué diferencias se pudieron observar en este encuentro organizado por la Amedi? ¿Qué avances se pueden constatar? Al respecto, hay varias cosas por comentar. La primera es que hay una mayor organización ciudadana. Me parece que este encuentro ya no fue uno de políticos o de académicos y profesores iniciados en la materia. En el encuentro se pudieron encontrar a muchas personas de distintas geografías del país y con una gran diversidad de miradas, pero que antes de presentarse como periodistas, académicos o políticos, lo hacían en su carácter de ciudadanos.   José Carlos Lozano, un brillante académico que reside en Monterrey y experto en temas de comunicación, señaló otro punto que me parece importante remembrar. El ámbito académico que estudia a los medios de comunicación se ha transformado notablemente en las últimas décadas. En los años setenta las ideas críticas sobre los medios de comunicación eran radicales y se limitaban a debatir desde un terreno ideológico. Los medios eran malos y las audiencias pobres e indefensas. Ahora contamos con muchos más estudios que privilegian la construcción de datos empíricos duros, pero sin perder una visión crítica. Sin embargo, como bien matizó Néstor García Canclini a través de su conferencia magistral, una tarea fundamental para pensar a los nuevos medios de comunicación, es conocer con mayor profundidad a los ciudadanos que hacen uso de ellos. Y para conocerlos debemos alejarnos de mediciones como los raitings o los patrones de consumo de las audiencias. Por el contrario, debemos conocer a los ciudadanos desde otras dimensiones, las cuales puedan servir para construir en la diversidad. En otras palabras: se necesita de una investigación orientada hacia el interés público, y no dirigida hacia una mercantilización de las audiencias. Para ello, la labor de los observatorios de medios será crucial.   Como ya lo he comentado en este mismo espacio en otras ocasiones (citar artículos), estamos en un momento crucial en la estructuración del mundo de la comunicación en nuestro país. Es arriesgado decirlo, porque mis dichos solamente se podrán comprobar en el futuro, pero pienso que estamos en un momento histórico en el que sí se podría dar un cambio sustantivo en cómo se desarrollarán las telecomunicaciones y el mundo digital. La “lucha entre gigantes” y el desarrollo de las nuevas tecnologías han abierto hoyos en la estructura de control de estos espacios. De ahí que las propuestas para construir las nuevas estructuras para comunicarnos entre los mexicanos, son hoy, más que nunca, una tarea que debe convocar a todos los ciudadanos, pues de estas acciones depende, en buena medida, el futuro de la comunicación en nuestro país.  
Este artículo de Juan Larrosa fue publicado el día 12 de abril de 2011 como parte de la columna de opinión “Sistema Autorreferencial” del programa “Señales de Humo”, que se transmite por Radio Universidad de Guadalajara.

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